La exactitud del dolor

Esta novela de Horacio Convertini fue publicada hace poco (abril de 2024) por Urano, en su nueva colección Letras de Plata.

Estuve a punto de escribir que era un policial negro, pero ahora que lo pienso no sé si lo es, técnicamente. Hay un crimen, sí, pero está anunciado desde la primera página (hasta se lo anuncia en la contratapa) y no habrá ninguna investigación que lo ronde. Sí es, creo, una novela negra, realista pero a la vez delicadamente ficcional: la historia de un boxeador “en las últimas”, Rayo, con un pasado de campeón que duró muy poco y desbarrancó muy rápido, con una historia de amor lejana pero aún en carne viva, con un deseo de disparar los últimos cartuchos de una carrera (la del box, la de la vida) y jugarse lo que queda de fuerzas a todo o nada en una apuesta quizá arreglada (y perdida) de antemano.

Paralelamente, se narra otra historia, la del entrenador Amílcar Zafe, que “descubrió” a Rayo cuando este llegó de su pueblo para probarse en el ring, lo preparó, lo convirtió en un campeón y, cuando se suponía que llegaba su momento de gloria, sufrió de su discípulo una traición imborrable, para volver a hundirse en la pobreza suburbana y el olvido unánime de un gimnasio mediopelo.

La novela tiene un ritmo arrollador, como todas las de Horacio, y una prosa que fluye, sí, con exactitud y belleza: una belleza hecha de dolor, implacable pero tersa en su transcurrir, que se disfruta mucho leer.

Este camino del héroe mil veces derrotado me recordó, inevitablemente, a Onetti, y un poco también a Faulkner, con esos personajes destinados al fracaso más rotundo y aun así embarcados empecinadamente en llegar allí cuanto antes, buscando una mínima oportunidad más para “salvarse” con dinero, con fama, con gloria, con amor, con una huida o con todo lo anterior junto.

El mundo del boxeo, con su elegante violencia, su ferocidad técnica y su encanto trágico, está relatado también con una exactitud cercana, casi diría tierna, no como algo lejano o ajeno, y atrapará incluso a quienes no conocemos demasiado de ese tema, ni somos particularmente fans de ese deporte.

Y antes de llegar al final la historia nos descargará, con la fuerza de un cross a la mandíbula, una trampa diferente de la que esperábamos, un round definitivo, un sacrificio final, una íntima redención.

Gran novela de Horacio Convertini, no se la pierdan. Recomendada.