Esta novela de Silvina Rocha con ilustraciones de O´Kif es el primer (y por ahora, único) título publicado por la editorial Dinamita, recién recién (fines de 2020).
El largo título recuerda los listados de personajes que preceden a las obras teatrales, y efectivamente, antes del capítulo 1, tenemos también una galería de personajes, como cuadros en una exposición, ilustrados magistralmente por O´Kif para mostrar, solo con su aspecto, la forma de ser y hasta parcialmente el rol que tendrán en la obra.
Es una novela que dialoga con la Alicia de Lewis Carroll. No es exactamente una continuación, ni una reversión, ni los personajes son exactamente los mismos (por más que ineludiblemente nos recuerden a los de Carroll). Pero al terminar, uno se queda con la agradable sensación de haber leído una nueva parte de la historia de Alicia, con la importante salvedad de que esta Alicia (que no se llama así) llega a un país que no es de las Maravillas, sino que es el nuestro.
Las niñas y los niños que lean la historia avanzarán con alegría y sorpresa por la búsqueda de la Niña por recuperar su nombre robado por la Reina y el Conejo (un personaje clave) va y viene, gestionando con cada parte la posibilidad de que todo salga bien o al menos conserven la cabeza, y los Verdes Imberbes (los soldados incompetentes Cataplín y Cataplero) van dando tumbos sin entusiasmo ni reflexión. Pero los adultos que leemos esta historia reconocemos también que está ubicada, aunque no se diga, en un momento clave de nuestra historia, y los personajes adquieren entonces una posibilidad de lectura extra, como símbolos o representaciones de personas y grupos de personas que actuaron en esa época negra: la Niña que busca recuperar su nombre, la Reina que roba nombres, memorias y risas, los soldados que cumplen órdenes, el Conejo que intenta que todo salga adelante y al mismo tiempo, sobrevivir... Esta lectura aparece validada por la inclusión, al final del libro, de la letra de la “Canción de Alicia en el país”, de Charly García para Serú Girán (Silvina Rocha es cantante y compositora, además de escritora).
¿Logrará la Niña recuperar su nombre? No será nada fácil, y en el camino deberá acceder, entre escenas desopilantes y otras angustiosas, a jugar a diversos juegos (desde el ajedrez al tatetí) contra una rival que no está dispuesta a aceptar las reglas, salvo cuando le aseguran la victoria.
Las ilustraciones de O´Kif son impresionantes, y pueden ir desde escenas divertidas y caóticas hasta imágenes profundas y sobrecogedoras, como la de la niña extendiendo las alas negras de su furia antes de patear el tablero de su juego decisivo.
Una excelente novela autogestiva, que vale la pena leer y atesorar, en especial para aquellos que disfrutamos de las historias de Alicia.
Recomendada.
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