Esta antología de cuentos de fútbol acaba de ser publicada por editorial Guadal, en su colección La Letra del Gato. Probablemente, como hicieron diversas editoriales en los últimos meses, para captar la vertiente lectora del entusiasmo mundialista cuasi generalizado (que durará exactamente hasta un minuto después de que la selección quede eliminada, o si eso no sucede y salimos campeones, se mantendrá, quién te dice, ad infinitum y más allá).
Los trece autores son mencionados en tapa, con la particularidad de que cada nombre aparece asociado a la camiseta de su club, algo que apuesto que es muy significativo para todos ellos. Así, Mario Méndez aparece junto a la camiseta de River; Esteban Valentino, a la de Boca, Horacio Convertini a la de San Lorenzo, Eduardo Sacheri a la de Independiente, y así sucesivamente.
(La excepción: el nombre de Marcelo Birmajer aparece junto a la pelota. ¿Será hincha de la pelota, o algo así? Nada que ver: al abrir el libro nos enteramos que eso es porque es el único que no escribió un cuento sobre un club, sino sobre la selección nacional de fútbol.)
Salvo el cuento de Fontanarrosa (Rosario Central, of course), todos los demás son nuevecitos e inéditos (hasta ahora), y probablemente muchos hayan sido escritos especialmente para este libro.
A diferencia de otras antologías de fútbol, aquí la literatura se asocia a la idea de ser hincha de un club, y se expresa desde la propia experiencia de vida: hay anécdotas de cancha, relatos de partidos, historias familiares de obsesiones futboleras heredadas, cábalas y maldiciones, jugadas y goles, penales decisivos, visiones y cegueras relacionadas con el equipo del que somos y que, en definitiva, es, vive, en nosotros.
Los cuentos, en definitiva, son cuentos de hincha, y se habla del club con la pasión irracional que todos conocemos y, directa o indirectamente, vivimos (en especial los varones, que en gran porcentaje crecimos envueltos en las banderas y las dudosas glorias de nuestro club de siempre). Tal vez por eso todos los autores son varones: los editores (Silvina Díaz y Mario Méndez) buscaron autores que estuvieran desde siempre muy identificados con un club; que sean autores pero, sobre todo, hinchas. En el libro no hay dos autores del mismo club, tampoco. Además de los escritores ya mencionados, hay cuentos de Leo Batic (Gimnasia y Esgrima de la Plata), Antonio Santa Ana (Racing), Walter Binder (Huracán), Esteban Dilo (Estudiantes de la Plata), Javier Núñez (Newells Old Boys), Juan Cruz Taborda Varela (Belgrano de Córdoba), Nano Barbieri (Talleres de Córdoba).
Los trece autores coinciden armoniosamente, en un fair-play insospechado, y a pesar de que el número trece no parece favorecer las cábalas futboleras, el resultado es bueno: el libro vale la pena, lo que no es poco decir. Inevitablemente, hay cuentos mejores que otros: yo tengo mis favoritos, otros que me gustaron pero no tanto, y unos pocos que no me gustaron nada. Pero en el resultado global, y considerando el gol de visitante, este libro clasifica sin problemas a la fase final, y se lleva mi recomendación y mi abrazo tribunero.